Y es que amig@s, viajar es maravilloso.
Esa sensación de incertidumbre hacia lo desconocido, de nerviosismo por si todo sale bien, la planificación previa, ainssss. Una pasada!
Viajar te abre muchas puertas, sobre todo mentales. Descubrir culturas nuevas, personas que han sido educadas diferentes a nosotros, sus costumbres y porqués de ellas. Al fin y al cabo, el saber que no solo existe el negro y el blanco, si no que hay un abanico de posibilidades allí donde vayas. Que no hay una manera perfecta de vivir la vida, simplemente es perfecta la que a nosotros nos gusta y nos va bien, y no por ello tiene que ser perfecta para los demás, y mucho menos, debemos imponerla.
En un viaje hay muchos factores que pueden atraernos mas o menos: personas, arquitectura, historia, pero a mi hay uno que me apasiona, y es la Naturaleza. ¿Por que la Naturaleza? Pues, porque es de lo poco o único que no ha sido creado por el hombre y porque es lo que nos da la vida. Montañas, lagos, mares y océanos, ríos, plantas, arboles, animales.... no puedo decantarme por algo concreto, amo la naturaleza en todo su concepto.
Creo que este amor me viene porque, la Naturaleza, por mucho que la castiguemos, la contaminemos, la maltratemos, la modifiquemos....es siempre fiel a si misma, siempre vuelve a como era, salvaje, indomable, preciosa. La Naturaleza es luchadora, no se rinde. Es valor de ejemplo para todos.
La satisfaccion de llegar a la cima, ver que lo has conseguido y disfrutar del espectáculo de vistas que ello nos brinda. |
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